El acto en cuestión (1993) – Mini crítica

El hecho de que esta obra de arte haya sido tan ignorada es un crimen.Carlos Roffe interpreta a un tipo vago que un día se roba un libro de magia del cual aprende cómo hacer desaparecer cosas (de verdad), libro que lo condena al éxito como mago y consecuentemente a vivir preocupado, perseguido por que descubran que su gran y única habilidad fue plagiada de un libro, al punto que esta paranoia termina pudriendo su forma de ser, mientras más éxito alcanza, más odioso se vuelve, y este proceso a transitar es lo que propone la película.

Es una premisa muy simple, pero aprovechada a más no poder y que Agresti logra desarrollar con verdadera maestría, pasa por las múltiples facetas del artista, del no creerse muy capaz, a creerse capaz de todo, con los correspondientes miedos y perjuicios. A la vez que consigue traer a colación cuestionamientos profundos, como ¿de quién es el mérito, del que crea la idea o de aquél que la ejecuta y difunde exitosamente? o ¿somos nuestra propia originalidad, o en realidad somos el resultado de ineludibles influencias?, preguntas a las que brinda respuestas brillantes.

Es una película ambiciosa pero que no es atropellada por su propia pretensión, ambiciosa no solo en su mensaje, sino también en su forma, siendo una obra que es estilística y estéticamente arriesgada, con una narrativa un tanto particular pero que de todas maneras se las arregla para fluir hermosamente.Solo le bajo un poquito el puntaje porque el protagonista a veces tiene un desarrollo a saltos y que no se lleva de manera tan clara o consecuente, además que en momentos puntuales flaquea algún aspecto de la postproducción, pero aun así la película funciona excelente.Ojalá hubiera más películas así.

Daría para hacerle un video, pero no lo vería ni el loro. Por lo pronto pueden ver la película en Qubit.tv (o en YouTube en calidad inmirable).

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